lunes, 25 de febrero de 2013

Un entrenamiento diferente

Esta pasado Sábado me dí un descanso y decidí desconectar haciendo lo que es otra de mis aficiones: el 4x4.
Sonaba el reloj a eso de las 06.30 a.m para desayunar, vestirme y salir con mi padre a por el coche para ir al punto de encuentro con los demás compañeros. Una vez allí, y tras tomarse unos cafés los que tenían las sábanas pegadas aun, salíamos hacia La Puebla de Don Fabrique, donde nos esperaba un día lleno de barro pero sobre todo, de nieve.
Antes de llegar, a la altura de Archivel, ya se veía todo nevado y poco más adelante, empezó a nevar copiosamente. Poco a poco nos íbamos metiendo debajo de una nube negra de tormenta con frío, nieve y mucho viento, así que decidimos parar en la gasolinera para llenar depósitos por lo que pudiera pasar. El día prometía.
Empezamos a subir el primer puerto de carretera, el puerto del pinar, y nada más empezar a subir, nos encontramos con un turismo cruzado en la carretera al que ayudamos a volver a ponerlo en su sitio. Poco más arriba, uno de los coches que íbamos también se salió y nos tiramos nuestro tiempo para poder meterlo en la carretera. Mientras tanto, nos adelantó la quitanieves y nos hizo un pequeño favor ya que a esas horas de la mañana aun no había pasado nadie, y éramos nosotros los que íbamos abriendo el puerto.
Os dejo aquí una foto subiendo el puerto:


Pero antes de meternos en acción, nos recreamos cogiendo fuerzas en un bar, típico de pueblo. Momentos de esos que son únicos. Para poneros en situación, decir que serían las 11 de la mañana, que en la calle no deja de nevar con gran intensidad, y que estamos en un bar sentados todos en una gran mesa redonda, llena de embutidos y distintos tipos de carne a la plancha, con una chimenea encendida al lado... Tocaba hacer un gran esfuerzo para levantarnos y salir de ahí!
Aunque no nos costó mucho subirnos a los coches, y más cuando los dueños del bar nos dijeron que todas las pistas de la zona estaban intransitables de nieve... Nos picaron, y teníamos que comprobarlo!!! Así que cada uno a su coche y a por las pistas! 
Conforme avanzábamos había más y más nieve y ni si quiera habíamos llegado al inicio de la pista. 
Una vez en esta, no era tan exagerado como nos había dicho, al menos los primeros kilómetros, ya que llegó un punto en el que tuvimos que dar la vuelta. Alrededor de un metro de nieve acumulada!!! era impresionante, te clavabas hasta la cadera cuando intentabas andar! nos vimos obligados a dar la vuelta y buscar alternativas...
Cogimos otra pista con dirección contraria que en teoría llevaba a sitios donde había nevado menos, pero aun así, después de hacer unos cuantos kilómetros de pista, nos tocó palear y quitar nieve del camino para poder seguir. Estuvimos cerca de 1h paleando para abrir 10-15 metros más de camino, por lo que dimos por imposible el avanzar y nos dimos la vuelta para poner rumbo a nuestras casas, ya que se estaba empezando a meter la tarde y nos quedaban 200 kilómetros de vuelta.
Tras un día como estos, llegas a casa reventado. Claro está que no es un esfuerzo comparable con 3000 metros de piscina, 100 km de bici o 25km corriendo, pero también he de decir que acabas reventado, en busca de un buen vaso de leche caliente y una cama.
De todas formas, solo por los paisajes que se pueden ver en días así, en lugares como estos, merece la pena. Mirad qué foto hice con el móvil en uno de los sitios donde no podíamos avanzar más:

Increíble.
Creo que no hay nada mejor que pasar un día como este, en buena compañía y disfrutando de la naturaleza en estado puro!

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