Ayer tarde fue, cuanto menos, rara. Dos llamadas inesperadas que me dejaron un saber agridulce y algo pensativo.
La primera, de mi entrenador, para comunicarme que por diversos motivos, finalmente no va a poder venir al Ironman de Lanzarote conmigo.
La verdad es que no me lo esperaba. No es que sea fundamental, pero sí que me hacía especial ilusión ir con el ya que lo hizo el año pasado y podría ayudarme en cuanto a la rutina a seguir allí desde el día que llegue. Ahora se que, por si fuera poco, estoy "solo" en el Ironman. Bueno, también viene Quique y Rafa (último ganador de la RDLF) pero claro, este último llegará a un nivel que se me escapa de las manos. Quiere clasificarse para Hawaii, no digo más... Pero bueno, es lo que toca. Y toca como muchas veces hacerse fuerte e intentar ver las cosas desde un punto de vista positivo. Iré de novato e intentaré no pagar el plato de ello.
Por otro lado, otra llamada de teléfono por la tarde-noche me sorprendió. Alfonso, mi amigo militar con el que entreno por montaña me llamaba para decirme que tenía un amigo que hoy no podía correr la "Cartagena Trail" y cedía el dorsal. Me preguntó si me interesaba.
Es una carrera que ya quise hacer el año pasado y no pude pues justo me lesioné del rotuliano, por lo que me gustaría hacerla. Hoy me tocaban dos horas de bici, así que más o menos, no variaba mucho si lo cambiaba por dicha carrera. Son 23km con 1500 metros de desnivel positivo acumulado. No es un paseo, es dura.
Llamé al entrenador para preguntarle y me dijo que si me veía fuerte que la hiciera, que no pasaba nada. Y eso hice, confirmarle a Alfonso que iba a correrla. Empezaron ahora los infortunios: Tenía que estar en Cartagena antes de las 9 para recoger el dorsal. Antes, tenía que pasar por mi casa para calzarme mis asics trabuco y coger el camelback, entre otras cosas. Para ello, debería de salir de Murcia a las 07:30 am como mucho, por lo que debería de estar en pie a las 06:45. Y a esa hora me ha sonado el reloj, pero por si fueran pocos inconvenientes los que tenía, anoche me acosté tarde (a las 02:30) recogiendo cosas y dejándolo todo listo para hoy y no he dormido apenas (por tiempo y porque no podía dormir). Y por si fuera poco, mi hermana se puso mala anoche y ha empeorado considerablemente, y no quería dejarla sola en mi casa. Así que, a las 06:45 me he levantado, me he sentado en la cama, me he parado a pensar 2 minutos y he decidido que hoy no tomaría la salida. Han sido un cúmulo de cosas que me han hecho pensar y llegar a la conclusión de que todo estaba en mi contra y que si iba a la carrera, algo malo pasaría.
No soy supersticioso, pero ha sido una sensación muy negativa y no me ha gustado.
Así, con las mismas, he avisado a Alfonso y le he dicho que, sintiéndolo mucho, no tomaba la salida.
Otro año más, se me atraganta esta carrera. No se qué tiene, pero no me transmite buenas vibraciones.
Además, acabaría bastante cansado para afrontar esta semana en la que, el próximo domingo, tengo una media maratón.
El problema está ahora en que hoy no tengo la bici aquí para entrenar, tan solo puedo salir a correr, así que ya veré cómo me las apaño para entrenar hoy. Haré lo que más me apetezca.
Y bueno, por si fuera poco, mi entrenamiento de ayer (desconociendo que hoy podía ser la carrera) fueron 12 kilómetros a 4min/km por lo que mis piernas hoy tampoco estaban en las mejores condiciones de correr la carrera.
En definitiva, día para olvidar y poner en mente ya el comienzo de esta semana, que espero que pase rápido. Tengo ya ganas de que llegue el Domingo para correr la media maratón.
Ahora, un poco de lectura (muy recomendada por cierto) para despejarme un poco. "Nacidos para correr".
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